lunes, 24 de noviembre de 2008

datos personales

yesica perez oviedo

10-02

sábado, 22 de noviembre de 2008

`·.¸¸.·´´¯`··._.· мeιoѕιѕ`·.¸¸.·´´¯`··._.·


En biología, meiosis (proviene del latín “hacer más pequeño”) es una de las formas de reproducción celular. Es un proceso divisional celular, en el cuál una célula diploide (2n), experimentará dos divisiones celulares sucesivas, con la capacidad de generar cuatro células haploide (n).
Este proceso se lleva a cabo en dos divisiones nucleares y citoplasmáticas, llamadas, primera y segunda división meiótica o simplemente Meiosis I y Meiosis II. Ambas comprenden Profase, Metafase, Anafase y Telofase. Durante la meiosis I los miembros de cada par homólogo de cromosomas se unen primero y luego se separan y se distribuyen en diferentes núcleos. En la Meiosis II, las cromátidas hermanas que forman cada cromosoma se separan y se distribuyen en los núcleos de las células hijas. Entre estas dos etapas sucesivas no existe la etapa S (duplicación del
ADN).



°¤»·´¯`·._)(*)°¨¨°º"°¨¨°мιтoѕιѕ¤»·´¯`·._)(*)°¨¨°º"°¨¨°


Las plantas y los animales están formados por miles de millones de células individuales organizadas en tejidos y órganos que cumplen funciones específicas. Todas las células de cualquier planta o animal han surgido a partir de una única célula inicial —el óvulo fecundado— por un proceso de división. La mitosis es la división nuclear asociada a la división de las células somáticas – células de un organismo eucariótico que no van a convertirse en células sexuales. Una célula mitótica se divide y forma dos células hijas idénticas, cada una de las cuales contiene un juego de cromosomas idéntico al de la célula parental.






Profase: Un huso cromático empieza a formarse fuera del núcleo celular, mientras los cromosomas se condensan. Se rompe la envoltura celular y los microtúbulos del huso capturan los cromosomas.



Metafase:
Los cromosomas se alinean en un punto medio formando una placa metafásica.





Anafase:
Las cromátidas hermanas se separan bruscamente y son conducidas a los polos opuestos del huso, mientras que el alargamiento del huso aumenta más la separación de los polos.




Telofase:
El huso continúa alargándose mientras los cromosomas van llegando a los polos y se liberan de los microtúbulos del huso; posteriormente la membrana se comienza a adelgazar por el centro y finalmente se rompe. Después de esto, en torno a los cromosomas se reconstruye la envoltura nuclear.

·´¯`·.¸><((((º> нιѕтorιa del vallenaтo·´¯`·.¸><((((º>


Hace un siglo ya florecía en diversos lugares el canto vallenato. Como sabemos, resulta inútil e imposible atribuirle una sola cuna. La extensión de la gaita por toda la Provincia había abierto ya las puertas a la incorporación del acordeón en el conjunto instrumental vallenato. Incorporación que, como es obvio, no se produjo simultáneamente en todos los puntos, sino de manera paulatina. El proceso pudo tomar hasta tres o cuatro decenios, pues el acordeón empezó solitario su carrera por la comarca. El propio Emiliano Zuleta Baquero recordaba en entrevista con Tomás Darío Gutiérrez que «antes uno tocaba solo, sin caja ni guacharaca». Zuleta Baquero, nacido en 1912 en la zona central, aludía a las postrimerías de los años 20; para entonces ya hacía décadas que el acordeón, como sucedáneo de la gaita o carrizo, se acompañaba de caja y guacharaca en otros lugares de la Provincia. El matrimonio entre los tres instrumentos fue un efecto social y popular. Esto es, se produjo en reuniones de gente llana: parrandas, cumbiambas, fiestas y merengues, que no eran sólo un ritmo sino un tipo de jolgorio. Francisco «Pacho» Rada, autor de «El caballo Liberal», recuerda que, ya por los años 30, «en cada cantina tenían un acordeón, una caja y una guacharaca para que tocaran los acordeoneros». El vallenato surgió de abajo y tardó más de medio siglo en adquirir rango social. Era, como lo sostenía Ursula Iguarán, una música perniciosa y popular. Las colitas Uno de los escenarios donde empezó a codearse el vallenato con la música que escuchaba y bailaba la burguesía -valses, mazurcas, canciones napolitanas- fue el de las colitas. Era este el nombre que recibían las «colas» o finales de fiesta de la clase adinerada: bodas, bautizos, cumpleaños, festejos religiosos... Durante el sarao, mientras los señores se divertían con la música europea que interpretaba una precaria orquesta provinciana, los trabajadores pasaban la fiesta en la cocina y los galpones a punta de acordeón, guacharaca y caja. Despachada la orquesta, los de atrás eran invitados a pasar adelante, y patrones y vaqueros se sentaban a tomar y cantar juntos.